Cobrar “en negro” es una realidad más común de lo que parece, especialmente en sectores donde se recurre a contratos verbales, jornadas parciales encubiertas o pagos sin declarar. Aunque al principio puedas haber aceptado la situación por necesidad, los problemas aparecen cuando surgen desacuerdos: no te pagan lo acordado, te despiden sin finiquito o niegan haber tenido una relación laboral contigo.
Si estás o has estado en esta situación, es normal que te preguntes: ¿puedo reclamar el dinero que me deben aunque no haya contrato? ¿Cómo demuestro que trabajé allí? ¿Qué dice la ley?
En este artículo te explicamos cómo funciona el pago en negro desde el punto de vista legal, qué puedes reclamar y qué pruebas sirven para defender tus derechos laborales ante la empresa y los tribunales.
¿Qué significa cobrar en negro y por qué es ilegal?
Cobrar en negro significa recibir el salario total o parcial fuera del circuito legal, es decir, sin que se declare ante la Seguridad Social ni Hacienda. En la mayoría de los casos, esto implica trabajar sin contrato y sin que la empresa te dé de alta, aunque también puede ocurrir que tengas un contrato parcial y cobres parte del sueldo por fuera.
Esta práctica es ilegal y perjudica tanto al trabajador como al sistema público. La empresa incumple sus obligacionesfiscales y laborales, y tú, como empleado, pierdes derechos fundamentales:
No cotizas a la Seguridad Social (lo que afecta a tu paro, jubilación, baja médica, etc.).
No tienes protección en caso de accidente laboral.
No puedes acreditar tu experiencia profesional.
No puedes justificar ingresos ante bancos o administraciones.
A pesar de todo esto, el hecho de haber trabajado sin contrato no te impide reclamar lo que te corresponde. El derecho laboral protege al trabajador incluso cuando la relación se ha desarrollado fuera de la legalidad formal.
¿Puedo reclamar aunque no tenga contrato firmado?
Sí, puedes reclamar aunque no tengas contrato escrito ni estés dado de alta en la Seguridad Social. En Derecho Laboral, lo que importa no es el papel, sino la realidad de la relación laboral. Si puedes demostrar que has trabajado para una empresa cumpliendo órdenes, con un horario y una retribución pactada, la ley te reconoce como trabajador.
El Estatuto de los Trabajadores presume que existe una relación laboral cuando se dan ciertas condiciones:
Dependencia (recibes instrucciones, tienes un jefe, horarios fijos…)
Ajenidad (los frutos de tu trabajo son para la empresa)
Retribución (recibes una compensación económica)
Aunque la empresa niegue el vínculo laboral, puedes aportar pruebas (como mensajes, transferencias, testigos, fotos, grabaciones, etc.) que acrediten que estuviste trabajando para ellos. Con eso, no solo puedes reclamar salarios impagados o indemnizaciones, sino también pedir que se reconozca la relación laboral a todos los efectos, incluidas las cotizaciones no realizadas.
¿Qué tipo de reclamaciones puedo hacer si he trabajado en negro?
Si has trabajado en negro, puedes reclamar los mismos derechos que cualquier otro trabajador, siempre que puedas demostrar la existencia de la relación laboral. Entre las principales reclamaciones están:
Salarios no pagados o pagados parcialmente.
Puedes exigir el abono de sueldos atrasados, pagos acordados verbalmente o cantidades pendientes que no se han regularizado.Horas extra.
Si realizaste jornadas más largas de las legalmente permitidas o trabajaste más horas de las pactadas, puedes reclamar su pago con el recargo correspondiente.Vacaciones no disfrutadas o no retribuidas.
Tienes derecho a 30 días naturales de vacaciones al año. Si no te las han concedido o no te las han pagado, puedes reclamarlas.Indemnización por despido.
Si te han cesado sin preaviso o sin causa justificada, puedes exigir una indemnización por despido improcedente.Cotizaciones a la Seguridad Social.
Puedes solicitar que se reconozca tu tiempo trabajado para efectos de paro, jubilación o baja médica, incluso si la empresa nunca te dio de alta.
¿Qué pruebas puedo aportar para demostrar que trabajé allí?
Aunque no tengas contrato ni nóminas, existen muchas formas de acreditar que trabajaste en una empresa. Los tribunales aceptan diferentes tipos de pruebas, incluso indirectas, que pueden demostrar tu relación laboral. Algunas de las más útiles son:
Mensajes de WhatsApp o correos electrónicos con jefes o compañeros donde se hable de turnos, tareas o pagos.
Testigos, como otros trabajadores, clientes o proveedores que puedan confirmar tu presencia habitual.
Grabaciones de audio o vídeo (siempre que respeten el marco legal).
Capturas de pantalla de horarios de trabajo, cuadrantes o aplicaciones internas.
Pagos en efectivo anotados, transferencias o bizums con conceptos relacionados con el trabajo.
Uniformes, llaves de acceso, correos corporativos o material entregado para tu labor.
Publicaciones en redes sociales en las que aparezcas trabajando.
¿Qué riesgos asumo si denuncio haber trabajado en negro?
Es normal que te preocupe dar el paso. Muchos trabajadores temen represalias, perder la oportunidad de cobrar algo o verse en una situación legal complicada. Pero es importante saber que la ley te protege cuando reclamas tus derechos laborales.
Algunos puntos clave a tener en cuenta:
Tú no eres el responsable de la situación irregular.
La carga legal recae sobre la empresa, que ha incumplido sus obligaciones.Puedes reclamar aunque hayas aceptado la situación al principio.
El consentimiento del trabajador no legitima el fraude laboral.No se te impondrán sanciones ni multas por denunciar.
En la mayoría de los casos, se protege al trabajador para que regularice su situación sin consecuencias negativas.Puedes regularizar tus cotizaciones pasadas si el juez reconoce la relación laboral, y eso mejora tu acceso al paro o la jubilación.
Hay plazos para reclamar. Lo más recomendable es actuar cuanto antes y con el asesoramiento adecuado para proteger tus intereses.
¿Cómo reclamar: conciliación laboral y demanda judicial?
Si decides reclamar lo que te corresponde tras haber trabajado en negro, es importante seguir los pasos legales establecidos y hacerlo dentro de los plazos. A continuación te explicamos el procedimiento habitual:
1. Recopila pruebas
Antes de iniciar cualquier reclamación, reúne toda la documentación y evidencias que demuestren tu relación laboral: mensajes, testigos, pagos, horarios, etc.
2. Papeleta de conciliación
Debes presentar una papeleta de conciliación ante el servicio de mediación laboral de tu comunidad autónoma (SMAC en Madrid, por ejemplo).
Este paso es obligatorio antes de acudir a juicio. En la papeleta se exponen los hechos, las cantidades reclamadas y las fechas.
Tienes un plazo de 1 año para reclamar salarios y de 20 días hábiles si vas a impugnar un despido.
3. Acto de conciliación
En este acto, tú y la empresa podéis llegar a un acuerdo. Si no se presenta o no hay acuerdo, se emite un acta de «sin avenencia», que te permite continuar con la demanda judicial.
4. Demanda ante el Juzgado de lo Social
Con el acta de conciliación en mano, puedes presentar la demanda. Aquí es clave contar con un abogado laboralista que te represente y exponga tus pruebas para que el juez reconozca la relación laboral y estime tu reclamación.
5. Sentencia y ejecución
Si el juez te da la razón, podrá ordenar el pago de las cantidades reclamadas, el reconocimiento de tu antigüedad y cotizaciones, e incluso la readmisión o indemnización si se trata de un despido.
¿Necesitas ayuda para reclamar salarios en negro?
Si has trabajado en negro y ahora la empresa no quiere reconocerte nada, no te conformes ni renuncies a tus derechos. Tienes opciones legales para reclamar salarios, cotizaciones y compensaciones, aunque no exista un contrato por escrito.
En Guimoyé Abogados contamos con experiencia en reclamaciones laborales y defendemos los derechos de trabajadores que se han encontrado en esta situación. Sabemos cómo enfocar tu caso, qué pruebas pueden ayudarte y qué pasos seguir para que recuperes lo que te corresponde.
Llámanos y cuéntanos tu caso sin compromiso
Te informaremos de forma clara y te acompañaremos en todo el proceso, desde la conciliación hasta, si es necesario, el juicio. Porque lo que has trabajado, merece ser reconocido y pagado.